Al igual que el loco es aquél que lo ha perdido todo menos la razón , y se convierte así en un razonador en el vacío, quien frecuenta el soliloquio amoroso acaba siendo un enamorado de su propia pasión, ya sin contacto alguno con el objeto que la encendió. El discurso amoroso epistolar tiene algo de narciso que a la vez fuera eco, porque necesita escucharse para ser. Escribo luego existo. Escribo el amor, luego estoy enamorada.
lunes, 31 de enero de 2011
lunes, 10 de enero de 2011
Desearía domesticarte fiera raza humana
Hacerte entender que todas las realidades que imaginas existen
Pero sólo requiere prioridad
Sobrevivir
Siempre
Poco a poco la belleza desaparece
Admiro tu capacidad de encontrar lo bello
En una sonrisa
En un par de gotas
Pero tu capacidad de adaptabilidad ante la desgracia
Me asombra lo mismo que me hiere
No es verdad que todo esto deba ocurrir
Deja ya tus biblias hombre
Cambia con tus manos
Cambia con tus acciones
Pero en verdad, no reces, no pidas
Mira, todo sigue igual
Empeora al atardecer
Desangra al amanecer
¿Qué no lo sientes?
¿Qué no lo vives?
Una vida
Sé feliz, sí
No te contradigas
Sé sagaz, guerrero, independiente
Cuestiona y cambia
No digas que deseas amor y paz
No tergiverses las palabras
Con tus acciones
Ahí, sentado gozoso con amigos
Mientras la guerra consume esperanzas
Sueños e ilusiones de desconocidos
Que también tienen derecho a gozar
No es tu culpa
No existes
Cierra los ojos
Cambia
Cierra los ojos
Cambia
Éste es
El primer día
Del resto de tu vida
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